El 22 de junio de 1986, en el Estadio Azteca de México, el fútbol vivió una de sus jornadas más mágicas durante el partido de cuartos de final entre Argentina e Inglaterra. Diego Maradona, capitán y emblema de la albiceleste, anotó dos goles legendarios en ese encuentro.
El primero, conocido como «La mano de Dios», dejó una estela de controversia que aún persiste, pero fue el segundo gol el que lo consagró como «El Barrilete Cósmico». En el minuto 55, Maradona tomó el balón en su propio campo, esquivó a cinco jugadores ingleses y al portero Peter Shilton para anotar el gol considerado por muchos como el mejor de la historia de los mundiales.
El apodo inmortal surgió de Víctor Hugo Morales, el comentarista uruguayo que narró el partido: “¿De qué planeta viniste, barrilete cósmico?”. Este gol fue una obra de arte que simbolizó el talento y la pasión de Maradona, consolidándolo como uno de los mayores íconos del fútbol.

 