El fútbol está lleno de decisiones arbitrales que generan debate, y el partido entre Real Madrid y Girona no fue la excepción. El protagonista de la polémica fue Kylian Mbappé, quien, tras recibir una tarjeta amarilla al finalizar la primera mitad por protestar, cometió una acción que muchos consideran merecedora de una segunda amonestación
En los primeros minutos del segundo tiempo, el delantero francés se llevó el balón con la mano en una disputa con un defensa del Girona. Aunque la jugada quedó invalidada por el árbitro Gil Manzano, este no consideró que la acción ameritara una tarjeta amarilla. De haberlo hecho, Mbappé habría sido expulsado.
La controversia radica en la aparente inconsistencia arbitral. Mientras que Gil Manzano no dudó en mostrarle la amarilla al francés por protestar en el descanso, en esta ocasión decidió no sancionarlo por una mano que, según algunos analistas, fue deliberada.
El Girona, que hasta ese momento mantenía una dura batalla contra el Real Madrid, podría haber visto un cambio radical en el partido con la salida de Mbappé. Sin embargo, el delantero continuó en el campo y selló su actuación marcando el tercer gol para los blancos, dejando al equipo catalán sin opciones de remontada.
Este episodio reaviva el eterno debate sobre la interpretación arbitral y el impacto de las decisiones en momentos clave. ¿Fue indulgente Gil Manzano con Mbappé? ¿Habría cambiado el curso del partido con una expulsión? Lo cierto es que estas acciones seguirán siendo tema de discusión en el mundo del fútbol.
