George Weah, leyenda del fútbol africano y mundial, protagonizó una de las historias más conmovedoras del deporte. Durante las clasificatorias para el Mundial de 2002, Liberia enfrentaba dificultades económicas extremas, lo que dejó al equipo nacional sin recursos básicos. Como líder tanto dentro como fuera del campo, Weah utilizó su propio dinero para financiar los viajes, uniformes y entrenadores del equipo.
En un partido crucial contra Sudán, Weah no solo organizó la logística del equipo, sino que también jugó los 90 minutos, destacándose con su habilidad y liderazgo. A pesar de las adversidades, Liberia luchó con valentía en la competición, aunque no logró clasificar al Mundial.
La hazaña de George Weah es un recordatorio de cómo el deporte puede ser un vehículo de esperanza y unión, incluso en los momentos más oscuros. Hoy, como presidente de Liberia, sigue siendo un símbolo de perseverancia y compromiso.
